Las Smart TV de Samsung (al igual que ocurre con la mayoría de los fabricantes) tienen disponibles un buen catálogo de apps disponibles. Las hay muy diferentes entre sí, aunque las más populares son las que pertenecen a las distintas plataformas de streaming, como es el caso de Netflix, Amazon Prime Video o Disney+, por solo citar algunos ejemplos.
Con el paso de la Navidad y con los Reyes Magos a la vuelta de la esquina, un regalo muy común son los reproductores externos. Dispositivos como los Fire TV Stick o las Mi Box de Xiaomi también tienen estas mismas aplicaciones disponibles, lo que puede llevar al usuario a dudar cuál dispositivo es mejor para utilizarlas. En este artículo os vamos a explicar por qué la elección debe ser vuestra televisión Samsung en este escenario.
Las apps de streaming, mejor directamente desde tu tele Samsung
Estos reproductores externos son muy útiles, especialmente en lo que respecta a 'revivir' una televisión antigua. Yo mismo tengo en casa una televisión de hace unos años que todavía se ve genial y no quiero cambiar. Sin embargo, no tiene funciones de Smart TV, algo que he solucionado conectando un Fire TV Stick que compré en el último Black Friday.
Ahora bien, la cosa cambia cuando se trata de una televisión moderna, como ocurre con los modelos QLED. Uno puede pensar que, por lógica, la elección no es importante, puesto que estaremos viendo igualmente las mismas plataformas. Sin embargo, esto no es así para nada, y todo se debe a cuestiones técnicas.
En primer lugar, uno de los principales factores a tener en cuenta es lo que se conoce como efecto judder. Este se produce cuando los fps o los cuadros por segundo de lo que estamos viendo no coinciden con la tasa de refresco de la televisión. Es importante que estas cifras coincidan (o, al menos, que sean múltiplos), ya que de lo contrario podemos sufrir problemas de imagen. Los reproductores externos son propensos a este efecto, mientras que las Smart TV no.
Otro problema lo podemos encontrar con la resolución. Todo el contenido que veamos en 4K vendrá grabado en 1080p, siendo necesario que la imagen sea reescalada. Cualquier reproductor externo que tengamos va a hacer peor trabajo reescalando que nuestra Smart TV, así que de nuevo gana la televisión en este sentido.
Por último, no podemos olvidar el rango dinámico y sus diferentes formatos. Un reproductor externo debe tener en cuenta cuatro formatos: HDR10, HDR10+, Dolby Vision y HLG. Pese a que hay alguno de estos reproductores que trabaja bien con varios de ellos, no hay ninguno que lo haga a la perfección. Aquí va a depender de nuestra televisión, pero las de Samsung trabajan muy bien todos los formatos con los que son compatibles.
Ahí no acaba la cosa, puesto que también debemos de tener en cuenta el sonido, y ahí pasa igual que con los formatos de rango dinámico. Las Smart TV de Samsung son más eficientes y trabajan mejor con los diferentes códecs disponibles, algo que no ocurre con la mayoría de reproductores externos. Todo esto junto hace que, sin duda, merezca más la pena usar las apps de streaming directamente desde nuestra tele.
Imagen | Samsung
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