Samsung y Apple siempre han tenido una relación que ha despertado el interés de muchos fanáticos de la tecnología y otros tantos analistas de la industria. La rivalidad entre ambas marcas se supone que empieza en el momento en el que aparecen los smartphones con pantallas OLED. Pero, en realidad, todo empezó mucho antes.
Las dos compañías son conocidas por ser feroces rivales entre sí, pero lo que hoy conocemos de ellas comenzó hace muchos años, cuando la marca de la manzana mordida lanzó al mercado el primer iPhone.
El origen de todo

Fue en el 2007 cuando Apple lanzó al mercado el iPhone, un dispositivo que logró revolucionar lo que hasta ese momento conocíamos como el mercado de los teléfonos móviles. Y sin quedarse corto, ese mismo año se lanzó también el iPod Touch, un hermano mayor del iPhone pero sin las capacidades de ser un teléfono.
Ambos dispositivos fueron una gran revolución, sobre todo por la experiencia que ofrecían al usuario: un uso muy fluido y muy cómodo que tenía mucho que ver con el chip que llevaban montado, pero sobre todo, una interfaz táctil que hasta ese entonces no se había usado así en ningún smartphone: todo se hacía con el dedo, sin necesidad de lápices táctiles o teclados físicos.
Lo que mucha gente no sabe es que Samsung no sólo es uno de los principales fabricantes de pantallas para los teléfonos de Apple, sino que tuvo un papel protagonista en la historia de la creación del primer teléfono iPhone y el iPod Touch.
En aquel momento, Apple todavía no fabricaba sus propios chips así que tuvo que recurrir a Samsung como proveedor principal del "corazón" de estos dispositivos. Bien es cierto que el A4, el chip que utilizaban esos primeros modelos de iPhone y iPod Touch, fue diseñado por Apple, pero la fabricación corrió a cargo de Samsung.
El SoC A4 (System on a Chip) fue un completo cambio de paradigma en aquel momento. Incorporó un procesador ARM Cortex-A8 y resultó clave para lograr una mayor eficiencia energética y un mejor rendimiento, en comparación con los chips que utilizaban otras marcas.
Samsung y Apple, por aquel entonces, estaban lejos de tener la relación que tienen ahora. Unos años más tarde, en 2011, Apple desarrolló el chip A5 y también recurrió a Samsung para que lo fabricase. Sin embargo, en 2012, para la fabricación del A6 Apple decidió cambiar de proveedor y pedirle ayuda a TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company). De manera que la relación entre Apple y Samsung se rompió completamente.

Por su parte, Samsung comenzó a lanzar al mercado sus primeras series Galaxy, con un gran éxito entre los usuarios, lo que llevó a la marca coreana a convirtirse en el principal rival de Apple en el mercado de smartphones.
A medida que Apple iba tomando cada vez más control de la producción y la arquitectura de sus chips, Samsung también iba innovando y diversificando su propia oferta de procesadores, como ocurre con la línea Exynos.
A día de hoy, parece que la batalla no ha terminado a pesar de que, como sabemos, los teléfonos de Apple llevan montadas paneles OLED de Samsung. Analizar esta parte de la historia de dos de las compañías más grandes de la industria es, sin duda, una forma diferente de tomar perspectiva ante las marcas para ver con claridad cómo ambas compañías han llegado a definir los avances de la tecnología móvil de las últimas décadas.
Imágenes | Xataka, Manu García
En Territorio Ese | Antes de vender teléfonos, Samsung vendía fideos: este es el origen del éxito de la mayor empresa de telefonía Android
En Territorio Ese | El selfie de los mil millones de dólares: la jugada maestra de Samsung que multiplicó por 333 una inversión publicitaria con sólo una foto
Ver 0 comentarios