La cantidad de aparatos electrónicos, dispositivos y electrodomésticos que tenemos por casa seguramente sea alarmante si nos ponemos a contarlos todos. Desde los más grandes a los más pequeños, pasamos por el frigorífico, el horno, la vitrocerámica, la Smart TV, los altavoces, videoconsolas, ordenador, auriculares...
Si nos paramos a pensar, la cantidad de consumo de energía que hacemos es bastante elevada y esto puede verse reflejado en la factura de la luz. Aunque, por suerte, algunos electrodomésticos ofrecen funciones que ahorran energía y esto puede servir para hacer frente al famoso "consumo fantasma".
Cómo evitar el consumo fantasma en casa
En alguna ocasión ya hemos comentado cómo poder ahorrar en la factura con los electrodomésticos de Samsung. Hay trucos para aprovechar el microondas al utilizarlo, las Smart TV de la marca tienen un modo de ahorro de energía y sus nuevos lavavajillas ya incorporan una función que analiza la cantidad de suciedad de los platos y calcula cuánta agua y energía va a necesitar.
Tal y como afirma el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), un hogar español consume 3.300 kWh al año de media en el electricidad. El mayor gasto proviene de grandes electrodomésticos (61,8%) y el resto a dispositivos más pequeños que se utilizan día a día.
Antes mencionábamos el consumo fantasma pero puede que a muchos de vosotros este concepto todavía no os resulte muy familiar. Este concepto hace referencia al consumo que hacen los aparatos incluso cuando están apagados. Simplemente por estar enchufados o en modo "standby", preparados para utilizarlos en cualquier momento pulsando un botón.
Saber si un electrodoméstico de casa está consumiendo energía de forma "fantasma" es fácil. Se puede identificar rápidamente si vemos un piloto de luz o tiene alguna pantalla informativa (que muestra la hora, por ejemplo), que se mantiene encendida aunque no se esté utilizando el dispositivo.
Los electrodomésticos de antes no tenían este "problema", pero ahora los aparatos tienen cada vez más funciones de IA integradas y necesitan estar constantemente encendidos para ofrecer sus funcionalidades al completo en todo momento. Aunque hay que señalar que algunos dispositivos tienen limitado este gasto eléctrico por ley, especialmente si se han fabricado a partir de 2010, según el reglamento nº 1275/2008 de la Unión Europea.
Sin embargo, aunque podemos ver una larga lista de dispositivos en la normativa, hay algunos que quedan fuera de ella. Por ejemplo, los aires acondicionados o los sistemas de calefacción.
Alternativas para reducir el gasto de energía
Para reducir este consumo fantasma, lo más recomendable es apagar los dispositivos al completo siempre que no se estén utilizando. Desenchufarlos directamente de la toma de contacto si no hay un botón o tener en una regleta conectados varios dispositivos e ir encendiéndola sólo cuando se vayan a utilizar.
Yo, por ejemplo, en mi casa tengo la tele enchufada a una regleta donde al mismo tiempo tengo enchufados unos altavoces y un par de lámparas. Y cuando no estoy utilizando la tele, esta regleta está siempre apagada.
Otra opción es recurrir a enchufes inteligentes o temporizadores, para que se desconecten de forma automática si es que normalmente se te olvida apagarlos cuando terminas de utilizarlos.
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