Los tres aspectos que siempre tengo en cuenta antes de vestir mi teléfono Samsung con una nueva funda

He tenido la suerte de probar numerosos móviles en los últimos años y, aunque es tentador usar un dispositivo nuevo tal como llega, creo que una funda es un accesorio indispensable.

No me considero una persona torpe, pero este simple elemento me ha evitado más de un disgusto. Por eso antes de adquirir una funda para un dispositivo recién estrenado, siempre hay tres aspectos clave que tengo en cuenta.

Las dimensiones

Hoy en día es extraño encontrar una funda de teléfono, sobre todo si es de alguna marca conocida, que no ofrezca una dimensiones correctas, pero si nos vamos a marcas menos fiables, podría llegar el caso en que sea algo más grande o más pequeña de lo deseable.

Por ello, deberíamos asegurarnos de que la que vayamos a elegir se ajuste al móvil de manera correcta.

Si tienes la posibilidad, intenta conocer de antemano las medidas, incluso donde se sitúan las zonas de botones u orificios para altavoces, USB de carga o la propia cámara.

Son datos que no siempre están al alcance del comprador, pero sí que podemos echar un vistazo a los comentarios de la tienda online donde la queremos comprar. Así podremos conocer la experiencia de otros usuarios. Además, en algunos casos incluso podremos ver alguna foto. Es una buena forma de saber realmente cómo queda.

Otra opción es ir a alguna tienda especializada para probarla in situ y así ver si queda bien y te gusta.

El material de la funda

El material en el que esté construida la funda afecta en muchos sentidos como la durabilidad o el agarre que proporciona ésta, así como en la propia protección que ofrece a nuestro terminal.

Las tenemos de silicona, que suele dar un toque suave y elegante, aunque pueden ser resbaladizas y suelen amarillear con el tiempo. También las tenemos de cuero o piel de imitación, que dan un toque de distinción y aspecto de mayor seriedad y calidad, aunque suelen ser más caras y a veces protegen algo menos. Por otra parte, las de TPU (poliuretano termoplástico) son las más populares, ya que no suman mucho peso y protegen bien.

También puedes elegir entre numerosos tipos diferentes en cuanto a diseño. Las hay que solo protegen la parte trasera y laterales, otras son de tipo libro, cubriendo también la pantalla e incluso existen las que vienen en dos partes, para cubrir tanto la parte trasera como la frontal. Es cuestión de tener claro cuál es el tipo que más nos gusta o interesa.

Funcionalidades adicionales

Por último, otro aspecto que suelo mirar es si la funda que quiero me ofrece algún tipo de funcionalidad adicional además de proteger el móvil.

Las hay con soporte integrado, de tipo stand vertical, para apoyarlas sobre la mesa y poder usarlas como manos libres o para ver algún vídeo sin tener el móvil en la mano. También las hay que incluyen tarjetero, para llevar nuestras tarjetas de crédito o débito sin necesidad de cargar con un billetero. Otro añadido habitual es el imán que ofrece compatibilidad con carga inalámbrica y algunas cuentan con agarres o anillas tipo pop socket, para proporcionar una forma cómoda y segura de asir el teléfono.

Estas funciones adicionales pueden hacer que nuestra funda sea mucho más versátil, eliminando la necesidad de accesorios adicionales.

Teniendo estos tres conceptos claros, seguro que consigues comprar la mejor funda posible para tu dispositivo y sobre todo, para ti, porque lo que está claro es que mis necesidades no tienen por qué ser las mismas que las tuyas. Lo bueno es que el mercado de los accesorios para móviles ofrece cientos de alternativas. Casi tantas como personas hay usando un smartphone.

Imágenes | Xataka (Jose García, Ricardo Aguilar), Spigen

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