Los españoles cambiamos más rápido de móvil de lo necesario porque cometemos un error muy evitable

Es muy posible que hayas tenido algún smartphone y lo hayas cambiado pronto, pensando que no te había salido muy bueno. Este tipo de cambios suele tener un factor en común y es muy posible que seas tú el que ha cometido el error y no que la calidad del móvil no fuera la mejor.

Hace unos meses,  publicaba un estudio realizado en conjunto con IPSOS que venía a mostrar los hábitos de los españoles con respecto a la tecnología en general y a los smartphones en particular. De esta encuesta se desprendían datos como que el 78% de los españoles suele reparar sus dispositivos electrónicos antes de jubilarlos.

Un reciente estudio de IPSOS para Back Market, venía a mostrar los hábitos de los españoles con respecto a la tecnología en general y a los smartphones en particular y, si bien el 78% de los españoles suele reparar sus dispositivos electrónicos antes de jubilarlos hay un buen número de nosotros muy dado a cambiar de smartphone entre el segundo y el tercer año tras haberlo adquirido y la "culpable" en estos casos es la batería.

Cambiar de móvil, ¿es la solución?

Resulta por tanto extraño que el 48% de los españoles sea tan dado a cambiar de móvil cada dos años cuando Google o Samsung nos ofrecen 5, 6 ó 7 años de actualizaciones de sistema operativo para los terminales más recientes (independientemente de que sean de gama alta, media o baja). No las aprovechamos y habría que preguntarse el por qué.

Si, con lo optimizadas que están las baterías de nuestros smartphones hoy día sólo nos duran ese periodo, la conclusión es que cargamos mal nuestros dispositivos. Porque si nos parece que la autonomía de nuestro móvil no es buena ya con sólo un par de años o menos, es que hemos maltratado su pila.

Vaya por delante que las baterías de nuestros smartphones se van a desgastar. Siempre. Por muy bien que las tratemos. Pero de nuestra forma de cargarlos dependerá que esto ocurra antes o después.

Por lo general, dos de los motivos más habituales para que lo hagan antes de tiempo son, usar cargadores no oficiales o de marcas de muy dudosa calidad, o cables poco adecuados: somos capaces de gastarnos más de 1.000 euros en un móvil y luego racaneamos en esto, que nos va a costar 30 euros o menos.

El otro motivo puede venir de nuestras redes eléctricas, con las que a veces sometemos a sobretensiones nuestros gadgets. Esto, eso sí, es más difícil de evitar, porque no cualquiera sabe diagnosticarlo.

De cualquier forma, hay un error que está por encima de ambos y es el hecho de no tener miramientos a la hora de dejar enchufado el móvil toda la noche o por periodos más largos de lo necesario. La mayoría de los usuarios pone su smartphone a cargar por la noche y espera tener la batería a tope a la mañana siguiente, y esto no es recomendable. O no al menos si no activamos la carga optimizada con la que cuentan todos los modelos de Samsung.

Esta función permite al smartphone aprender de nuestros hábitos y no cargar completamente el móvil cuando lo conectamos, reservándose el último 20% de carga de la batería para cuando tenemos la costumbre de desconectar el móvil del cargador. Así, si solemos levantarnos a las 8:00 de la mañana, el smartphone terminará de cargarse rondando esa hora, y le evitaremos estrés y degradación a la batería.

Para activarla, sólo tenemos que dirigirnos a la sección de Batería del menú de ajustes de nuestro Galaxy y buscar Protección de la Batería, donde podremos elegir entra Básica, Adaptable o Máxima. La que nos interesa si somos de cargar la batería por la noche, mientras dormimos es Adaptable, aunque si queremos protegerla aún más, podemos optar por Máxima, que dejarás siempre sin cargar el último 20% de la batería.

De hecho, aunque no es necesario obsesionarse con cuando conectar o desconectar el móvil, sí que hay que tener claro que lo más óptimo para nuestra batería es que ésta se encuentre siempre entre el 20 y el 80% de su capacidad. Llevarla por debajo o por encima es lo que más estrés le causa.

Otra buena práctica es evitar el calor extremo a la hora de cargar la batería. Por ejemplo, si lo vamos a cargar en el coche y lo sujetamos en las rejillas de ventilación, evitémoslo cuando tenemos la calefacción puesta, expulsando aire por esa rejilla. O no carguemos el móvil en verano, al sol, ya sea en el coche, o en la playa (esto también incluye el hacerlo con powerbanks).

Y lo mismo se puede decir de la carga inalámbrica, que al ser menos eficiente por la energía que se pierde en forma de calor, también calienta más el móvil y la batería, (más incluso cuando el móvil tiene una funda puesta). Por ello, yo por ejemplo, no uso este tipo de carga en las horas más calurosas del verano.

También es bueno no conectar y desconectar el móvil continuamente cuando lo estamos cargando. Mejor intentar que la carga se complete en una única conexión.

¿Y qué pasa si ya no hay remedio?

Dicho todo esto, si ya nos hemos ventilado la vida útil de la batería y ésta nos dura un suspiro, bien podemos cambiar de móvil, pero debemos tener claro que en la mayoría de los casos no será necesario. Si tenemos un móvil de 150 euros, posiblemente nos salga más a cuenta jubilarlo; al fin y al cabo, reemplazar la batería nos va a costar una cifra muy parecida a la que nos costará comprar otro smartphone de similares características.

Pero, como decía al principio, a veces nos hemos gastado una pequeña fortuna en nuestro querido smartphone y no tiene mucho sentido no aprovecharlo todo lo que podamos. Sobre todo porque la sustitución de una batería nos puede salir en torno a los 100 euros, y eso en un móvil de 1.000 ó 1.200 euros está más que justificado y nos saldrá mucho más barato que incluso si vendemos nuestro terminal de segunda mano para comprar el siguiente.

Cuando llegue One UI 7 dispondremos de una nueva sección en el apartado de batería en la que se nos indicará el estado de salud de la misma, (o al menos en ciertos terminales; ya está disponible en los S25), pero hasta entonces, tenemos a mano el diagnóstico de nuestro móvil con la app Samsung Members.

Sólo tenemos que ir al apartado Asistencia y pasarle un diagnóstico que evaluará el estado de los componentes de nuestro Galaxy. Una vez terminado, podremos dirigirnos al apartado Batería para saber qué tal está la nuestra.

Si se nos avisa de que está en mal estado, podremos pasar a la sustitución de ésta solicitando la asistencia para nuestro dispositivo. Tras el diagnóstico de la batería, en Samsung Members, además, encontraremos una completa guía de uso y buenas prácticas para que no nos vuelva a pasar.

Por supuesto, hay que tener claro que, si la batería viene defectuosa de fábrica, con problemas como que no cargue al conectar el cable USB, que se descargue demasiado rápido o que se hinche (lo que terminará dañando y deformando el smartphone), estaremos cubiertos por la garantía que nos ofrece Samsung. Eso sí, si bien la garantía que ofrece la marca para sus smartphones es de 3 años, las baterías suelen estar excluidas de un periodo tan largo, tocando conformarse con 6 meses o, en el mejor de los casos, 2 años.

Dicho todo esto, si tu batería está pidiendo a gritos la jubilación y has decidido que merece más la pena la sustitución que cambiar de terminal pero no te la quieres jugar llevando tu flamante Galaxy al servicio no oficial de tu barrio, puedes solicitar la sustitución a la propia Samsung desde su web.

Por cierto, tampoco está de más asegurarnos que nuestro móvil va a envejecer como nos gustaría aprovechando el plan Samsung Care+, que nos garantiza la cobertura de nuestro smartphone en caso de accidentes y robos.

Imágenes | Manu García, Samsung

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