Los expertos se sorprenden de los recursos y el esfuerzo que los delincuentes están dedicando en esta nueva forma de explotar cuentas bancarias
Parece que cada día que pasa es una nueva oportunidad para los ciberdelincuentes de poner en práctica todas sus artimañas y continuar con su plan: el fraude online. Cada vez son más las distintas maneras de operar que tienen los cibercriminales y, por supuesto, con planes más sofisticados.
De hecho, el nivel y la velocidad que han alcanzado últimamente las estafas online ha hecho saltar las alarmas de los expertos, que han llegado a afirmar que nos encontramos ante un nivel de sofisticación nunca visto anteriormente. Los delincuentes ahora dedican mucho más esfuerzo y recursos a estafar a las personas y a intentar pasar desapercibidos.
Un nuevo fraude acecha nuestros monederos virtuales
La última estafa online que se ha detectado consiste en hacer creer a las víctimas que han encontrado una auténtica ganga en el precio de consumo de energía. Una trampa muy sugerente en la época en la que estamos, donde todos estamos pensando en cómo ahorrar en la factura de la luz.
Todo está preparado para que la potencial víctima caiga en la trampa y comparta sus datos bancarios. Acto seguido, el ciberdelincuente utiliza una contraseña de uso temporal que el banco proporciona a la víctima para su tarjeta se transfiera al teléfono del criminal y este pueda acceder a su monedero virtual.
Desde Cyber Defence Alliance, Garry Lilburn, director de operaciones de la compañía, dice que la sofisticación de esta estafa y su uso generalizado es lo que está generando una creciente preocupación. De hecho, afirma que “es la magnitud y el esfuerzo que esta gente está haciendo” lo que más ha hecho saltar las alarmas.
Tener acceso al monedero virtual abre las puertas de cualquier fraude. Este tipo de aplicaciones almacenan los datos de pago en los smartphones de los usuarios y una vez que los delincuentes tienen el control de la tarjeta, pueden llevar a cabo compras en cualquier tienda online o física. Y sin límite de pago, claro, excepto por el que te ponga tu propio banco.
El modus operandi suele ser parecido casi siempre. Aunque los ciberdelincuentes tengan tu tarjeta controlada, suelen esperar un par de meses hasta que operan con ella. Y lo normal es que realicen compras como tarjetas de regalo para supermercados y tiendas online.
Para evitar este tipo de fraudes, Google recomienda encarecidamente que no se compartan nunca las contraseñas de un solo uso. Sin duda, hay que poner todo el cuidado posible cuando compartimos nuestros datos personales y bancarios en Internet y, sobre todo, tener ojo crítico con las ofertas, gangas y anuncios muy atractivos que suelen ser sospechosos de ser fraudulentos.
Imágenes | Pixabay
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