La mayoría cometemos un error con el horno. Es una práctica común que deberíamos evitar para no dañar la cocina y el electrodoméstico

Existen hábitos comunes con ciertos electrodomésticos que pueden parecer inofensivos, pero en realidad no son muy recomendables. Esto también ocurre con el horno, ya que muchas veces, después de cocinar, dejamos la puerta entreabierta para acelerar el enfriamiento o evitar la acumulación de humedad, entre otras razones.

Sin embargo, los expertos advierten que esta práctica no es recomendable y puede tener consecuencias negativas en aspectos que probablemente ni siquiera habías considerado.

Dejar la puerta abierta del horno Samsung no es tan aconsejable

La costumbre por la que se deja la puerta del horno abierta después de cocinar es algo bastante común. En un principio no parece tan mala idea, ya que así se podrá enfriar antes o no se acumulará humedad en el interior, pero los expertos aseguran que esta no es una práctica tan inofensiva como podíamos esperar.

Desde marcas tan importantes como Samsung se advierte que los hornos están diseñados para que se enfríen con la puerta cerrada, puesto que incorporan ventiladores que expulsan el calor y la humedad de forma controlada, lo que significa que no es necesario dejarla abierta.

Además de que esta costumbre puede generar varios inconvenientes que debemos conocer.

Consumo energético innecesario: tener la puerta abierta obliga al horno a utilizar sus sistemas de enfriamiento de manera poco adecuada, lo que tiene como consecuencia un mayor consumo energético, provocando también menos eficiencia en el electrodoméstico.
Problemas con componentes del horno: al ser un dispositivo diseñado para enfriar con la puerta cerrada, esto puede provocar cambios bruscos de temperatura, afectando a componentes internos como el termostato o las resistencias.
Afecta a muebles y paredes: el calor que sale del horno con la puerta abierta puede ser contraproducente para los muebles cercanos, además de afectar a la pintura de las paredes.
Pueden provocarse accidentes: la puerta abierta también puede ser un riesgo de accidente, puesto que se pueden producir tropiezos o golpes contra un elemento que normalmente no está en esa posición.
Riesgo de quemadura: los accidentes de los que hablábamos antes podrían ser más graves, ya que las elevadas temperaturas del horno pueden incluso provocar quemaduras con un simple roce con la superficie caliente de la puerta.