Lavar el nórdico en casa es muy fácil. Estos trucos te ayudarán a hacerlo correctamente para que dure más tiempo como nuevo

Cada vez nos preocupamos más por nuestro propio bienestar. Cuidamos más de nuestra alimentación, hacemos más ejercicio e intentamos tener buenos hábitos de descanso. Para mejorar la calidad de nuestro descanso no sólo es importante tener una buena rutina de sueño. También hay que tener en cuenta dónde dormimos.

Por ello, la higiene de nuestro colchón y de nuestra ropa de cama es esencial. Y, si bien las sábanas son más fáciles de manejar,  cuidar la limpieza y el estado de nuestro edredón suele ser algo más complejo. Hoy te contamos cómo lavarlo correctamente.

Cómo lavar correctamente el edredón en la lavadora

Uno de los grandes aliados de nuestro descanso es el edredón. Sobre todo durante el invierno. La duda surge a la hora de lavarlo: ¿cada cuánto tiempo hacerlo? A la frecuencia de lavado del nórdico no se le da la importancia que se merece, y esto puede suponer un riesgo para la salud.

Así pues, para tenerlo siempre en las mejores condiciones sólo hay que seguir varias recomendaciones. Con ellas evitaremos que se estropee y podremos lavarlo con frecuencia sin problema.

Antes de nada, debemos comprobar que el tambor de nuestra lavadora es lo suficientemente grande como para introducir el edredón sin tener que hacerlo a presión. Si no es así, lo mejor es llevarlo a una tintorería, para evitar riesgos.

Si tenemos un tambor con la capacidad suficiente como para poder lavarlo, lo primero que debemos hacer es comprobar la etiqueta del edredón para tener claras las recomendaciones del fabricante. Nadie mejor que él sabe cómo tratar su producto para que su vida útil sea la mejor.

En función del material del edredón habrá que programar un ciclo de lavado u otro, con una temperatura concreta. Por ejemplo, los edredones fabricados en materiales sintéticos es mejor que se laven con agua fría (o tibia), mientras que los de algodón se recomienda lavarlos con agua caliente (60ºC).

Edredón nórdico de plumas

Si nuestro edredón nórdico es de plumas, hay un truco especial para que no pierda la forma y se mantenga tan mullido y esponjoso como el primer día: introducir en el tambor pelotas de tenis. Como lees.

Meter unas cuantas pelotas de tenis dentro de unos calcetines junto al nórdico servirá para que éstas vayan golpeándolo durante el lavado y distribuyendo las plumas de forma homogénea.

Una vez haya terminado el ciclo de lavado, hay que ponerlo a secar en posición horizontal. Así evitaremos que todas las plumas caigan hacia un mismo lado. Y ojo: no debemos utilizar suavizantes, únicamente detergente y elegir un ciclo de agua fría.

Edredón nórdico sintético

Del mismo modo que con los edredones de plumas, con los de fibras sintéticas utilizaremos únicamente detergente. Nos olvidamos del suavizante. Y programaremos un ciclo de lavado corto, a 60ºC y de bajas revoluciones, para evitar que el relleno se apelmace en una misma zona.

Al ponerlo a secar, debemos sacudirlo bien antes de tenderlo para distribuir bien el relleno por toda la prenda. Mejor ponerlo a secar al aire libre y, si puede ser, también en posición horizontal, dándole la vuelta de vez en cuando.

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