Quizás en alguna ocasión hayas notado algún olor desagradable o parecido al de algún plato quemado proveniente de tu horno. Puede ocurrir tanto al estrenar el electrodoméstico como tras haberlo usado durante un tiempo.
La solución radica en una limpieza adecuada, que es absolutamente esencial, así como en prestar atención a los recipientes que utilizamos para calentar los alimentos.
Al utilizar el horno por primera vez
El mal olor puede darse las primeras veces que utilizas el horno. Existen ciertas premisas que debes conocer para que entiendas por qué puede ocurrir y qué deberías hacer para solucionarlo.
La primera vez que enciendes un horno Samsung, puede desprender un olor extraño, ya que se debe quemar el aceite que hay en su interior.
En función del método que utilices, sería conveniente que enciendas la campana extractora de la cocina a la máxima potencia al mismo tiempo que enciendes el propio horno. No solo te va a servir para limitar el olor, sino que también es muy posible que se desprenda humo del proceso de quemado del aceite del interior. Esto es algo normal, por lo que no debes preocuparte.
Este olor inicial desaparece después de utilizar el horno dos o tres veces.
Otra de las premisas que debes tener muy en cuenta es la de conseguir que el cocinado sea el correcto, ya que siempre que se estrena un horno hay que acostumbrarse a su potencia y a los tiempos que necesita para realizar su labor. Por eso es interesante tener a mano las instrucciones del mismo, puesto que siempre te dan una idea de cómo cocinar los principales alimentos.
Cuando el horno ya tiene un tiempo
Si el horno tiene un tiempo y comienzas a notar olores raros, debes tener en cuenta de que todo es concerniente a la limpieza. Es posible que debido a chispas, humo o llamas provocadas por la suciedad incrustada en el horno aparezcan incluso olores a quemado.
Por eso es tan recomendable limpiar el horno periódicamente y no esperar hasta que haya mucha acumulación de la grasa en las paredes.
La mejor forma de solucionar este problema, que puede estar provocado porque se hayan derretido trozos de comida o plástico que se hayan quedado pegados en el interior, es utilizar la función de limpieza al vapor o utilizar la pirólisis de tu horno y seguidamente pasar un paño para limpiar los restos.
Si tu horno no tiene ninguno de estos sistemas, puedes realizar un truco casero muy efectivo. Se realiza exprimiendo tres limones y colocando el jugo en un recipiente. Después de eso, echamos un tercio de agua y lo metemos dentro del horno, calentándolo a 120 grados durante unos 30 minutos. El vapor que libera esta mezcla ablanda la grasa y hace que sea mucho más fácil su limpieza, además de otorgar al horno de un mejor olor.
Los recipientes que se utilizan en el horno
El olor a quemado puede deberse a los utensilios que utilizamos en el horno. Lo mejor es conocer los recipientes adecuados.
- Fuentes de cristal resistente al calor.
- Aquellos que son de aluminio especiales para horno.
- Los de cerámica o barro para horno.
- Aquellos de vidrio borosilicatado.
- Recipientes metálicos especiales para este tipo de electrodoméstico.
- Papel para horno y recipientes para hornear.
- Recipientes de silicona siempre que lleven una marca de un horno.
Lo que debes evitar son los recipientes de plástico que simplemente sean resistentes al calor y la cristalería o cerámica normal, además de la madera, papel normal y productos de bambú.
Imágenes | Samsung
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